FLY FISHING

La Patagonia es ampliamente considerada uno de los mejores destinos de pesca con mosca del mundo, y las aguas desafiantes de la provincia de Chubut no son la excepción.

Los lagos, ríos y arroyos que rodean la Hostería del Pedregoso ofrecen oportunidades incomparables para pescar truchas salvajes de las especies marrón, fontinalis y arcoíris, así como percas y salmones de agua cerrada. Los peces son salvajes, fuertes y combativos, poniendo a prueba incluso a los pescadores más experimentados. Su agilidad, aguda vista y sensibilidad los hacen muy fáciles de asustar, especialmente en las aguas cristalinas, donde la percepción de profundidad puede ser engañosa.

Las truchas y salmones fueron importados desde Estados Unidos y Europa a principios del siglo XX y sembrados en los lagos más grandes de la Patagonia. Desde entonces, los esfuerzos han garantizado una población estable de peces salvajes de calidad, especialmente truchas fontinalis, marrones y arcoíris, y salmones de agua cerrada que promedian 20 pulgadas de largo. Las regulaciones locales de pesca imponen una estricta política de captura y liberación.

Tito Tagle, el guía de pesca de la Hostería del Pedregoso, ofrece diversas salidas para todos los niveles de pescadores. Un típico viaje de día completo comienza a las 7 a.m., con un paseo en bote por el río Carrileufú, que lleva al Lago Rivadavia, al río Rivadavia y al Lago Verde, con numerosas oportunidades para pesca con ninfas y moscas secas. También hay salidas más cortas por el río Remanso.